María Dios Zetterlind
Subdirectora

ELIS Murcia

 

“Tu amabilidad puede marcar la diferencia en la vida de alguien”, escribía recientemente en sus redes sociales Antoine Griezmann, futbolista francés del atlético de Madrid, en un emocionante mensaje dirigido a todos los niños con motivo del inicio del curso escolar. Su publicación, multiplicada exponencialmente con la fuerza de los 41 millones de seguidores que tiene en Instagram, incluía el expreso deseo de que actuaran si veían a algún compañero “que tuviera dificultades para hacer amigos, por ser tímido, no ser tan guapo o no vestir a la moda”.

Con las reservas propias de su distancia generacional y de su respectivas y tan diferentes profesiones, Griezmann nos situaba sin pretenderlo en la senda del maestro y pedagogo Loris Malaguzzi, confiando, igual que confiaba el educador italiano en la capacidad potencial de los alumnos para autorregularse y responsabilizarse de su propio aprendizaje, en la capacidad de éstos para facilitar y contribuir decisiva y personalmente en la felicidad de sus propios compañeros.

Al fin y al cabo, contribuir al bienestar emocional de los niños y jóvenes es algo que trasciende generaciones, profesiones e incluso vínculos afectivos. Es una obligación moral que nos compromete y responsabiliza no sólo con nuestros hijos, sino, también, con sus compañeros, por lo que el centro educativo se convierte en un espacio idóneo en el que convergen profesores y padres para promocionar de manera conjunta ese aprendizaje social y emocional que guiará su desarrollo personal y académico.

Consciente de la importancia del bienestar emocional físico y mental, toda la comunidad Cognita celebra próximamente la sexta edición de su Global Be Well Day, una magnífica oportunidad para seguir trabajando y para recordar, un día al año, una de nuestras grandes prioridades todos y cada uno de los días del año.

En este empeño, los padres juegan un papel fundamental, y como complemento de las actividades escolares, pueden ayudar a desarrollar aquellas costumbres físicas y mentales que les ayudarán en su vuela al cole, garantizando, por ejemplo, las horas oportunas de sueño, ayudando a que mantengan una dieta adecuada y a que realicen ejercicio físico con regularidad.

Por otro lado, debemos animar a los alumnos a que muestren una disposición abierta y flexible para relacionarse y conectar con otros niños, que se embarquen en actividades que les llenen y que desarrollen su compromiso por ayudar a los demás.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el bienestar emocional es un estado de ánimo en el cual la persona se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar presiones normales de la vida, trabaja productivamente y contribuir a la comunidad. Y por eso, junto a la UNESCO, insta a los países a que conviertan a cada escuela en una escuela de salud y bienestar.

Aun así, somos conscientes de que la vuelta al cole puede generar algunas preocupaciones en los primeros días, por lo que hablar con los niños y jóvenes de posibles dificultades sociales o académicas, nos ayudará a entender mejor las emociones que sienten y podremos ayudarles a enfrentarse a sus miedos.

Por tanto, aunque sea importante mostrar una actitud positiva, es fundamental tener en cuenta los desafíos con los que se puedan enfrentar y proporcionarles las herramientas adecuadas para que puedan compartir aquello que más les preocupa. No obstante, conviene que todo ello se realice de forma natural, sin presiones, concediéndoles el espacio, la libertan y la autonomía para que expresen sus sensaciones y experiencias positivas cuando quieran, y sus miedos, temores o preocupaciones, cuando lo necesiten.

Mención especial para nuestros dedicados profesores, que desde el primer día inculcan a los alumnos una actitud positiva hacia el aprendizaje, explican las rutinas diarias del centro, modelan aquellas conductas ancladas en los valores del colegio y, consecuentemente, definen lo que se espera de ellos.

Un trabajo de equipo recompensado con la satisfacción de ver sus rostros de emoción, de sentir que están expectantes e ilusionados ante el inicio de un nuevo curso escolar que será decisivo en ese proceso de crecimiento personal, emocional y académico que los está convirtiendo en ciudadanos globales, responsables y comprometidos.

Y retomando el argumento inicial, muchas gracias por esa colaboración e implicación que nos permite seguir marcando juntos una gran diferencia en la vida de nuestros alumnos.